Los “corros de brujas”, “anillos de hadas” o «anillo de duendes» son formaciones en círculo de setas que aparecen de la noche a la mañana. Siempre han sido considerados formaciones mágicas, malignas, fruto de la danza en círculo de hadas y duendes y que aparecían de la noche a la mañana. En la mitología europea se sostenía que eran puertas a reinos de las hadas, o lugares donde habían bailado hadas, duendes, o brujas. Incluso hoy en día en múltiples zonas rurales del norte de Europa todavía se cree que trae mala suerte pisar dentro de ellos.
Una vieja leyenda cuenta que en las noches de luna llena, los duendes gustan de reunirse en lugares alejados de toda presencia humana y danzar jubilosos en círculos en los prados circundados de bosques. Los sapos de los charcos cercanos se sientan extasiados alrededor de los danzantes a contemplar su fantástico baile; en la mañana siguiente doquiera que se haya sentado un sapo aparece un hongo, formándose un hermoso círculo. Si los sapos que asistieron a la danza de los duendes eran venenosos, los hongos serán tóxicos; si no eran peligrosos los hongos serán comestibles. Pero ¿cómo saber que sapo estuvo allí?.
La gente creía, como afirma nuestra leyenda, que esos corros los producían las seres mágicos al danzar y que cualquiera que se detuviera dentro del círculo estaría bajo su encanto.